el ingrato...
No... Aun no es hora de llorar. . .
pero ya está elegido el sitio para darle su espacio a la melancolia
que, hasta hoy, parecia ajena a este periodo de vida...
Mis brazos frios, la almohada solitaria...
y la tan presente y enorme distancia entre mis manos y su corazon....
(el clima está abusando de mispequeñas depresiones nocturnas...)